Definición de partida doble:
Es la base del sistema contable
actual que usan las empresas para reflejar sus transacciones financieras.
Es la base de la contabilidad actual
y consiste en un movimiento contable que afecta a un mínimo de dos asientos o
cuentas, un débito y un crédito y, además, tiene que haber la misma cantidad de
débitos que de créditos; en otras palabras, débito menos crédito ha de ser
cero, para que haya equilibrio en la contabilidad.
La partida doble nace de un hecho económico entre dos partes y se basa en la teoría de "no hay deudor sin acreedor", es decir, que si compro un producto yo soy el deudor y mi proveedor será el acreedor.
La partida doble nace de un hecho económico entre dos partes y se basa en la teoría de "no hay deudor sin acreedor", es decir, que si compro un producto yo soy el deudor y mi proveedor será el acreedor.
Ejemplo:
Si vendo mi producto tengo que contabilizar el dinero
que me pagan por el bien y también he de contabilizar la disminución del bien
que he vendido.
(13/09/2015)
CUENTA
T
Podemos definir la cuenta T como la representación
gráfica de la cuenta contable con sus diferentes elementos. La cuenta T nos
permite hacer registros contables y es la forma más utilizada para registrar
los diferentes hechos económicos.
Tipos
de contabilidad:
La contabilidad puede ser
clasificada en dos ramas, dependiendo del criterio de división utilizado. De
acuerdo con el tipo de unidad económica a la que se refiere la información
contable generada se puede hacer la siguiente clasificación:
Macrocontabilidad:
La contabilidad nacional
ofrece la representación numérica sistemática de la actividad económica de un
país, durante un periodo determinado. Es elaborada por los Estados, suministra
información útil que orienta la política económica del país.
Microcontabilidad:
Es la contabilidad de las
pequeñas unidades económicas. Su objetivo es suministrar información que se
utilizará en la toma de decisiones. Dentro de la microcontabilidad se distingue
una contabilidad pública, ejecutada por las distintas administraciones públicas
y una contabilidad privada, orientada a la empresa.
Dentro de la contabilidad
empresarial, los usuarios de la información contable pueden ser divididos en
usuarios internos y externos. El grupo de usuarios internos comprende a todas
aquellas personas u órganos que utilizan la información desde dentro de la
empresa para la toma de decisiones adecuada en la dirección de la misma. Por
otro lado, los usuarios externos utilizan la contabilidad para la gestión de la
empresa objeto de la información, y comprenden a todos aquellos entes que no
participan en la gestión, como accionistas, acreedores, prestamistas, clientes,
inversores, empleados y la administración pública, especialmente la administración
tributaria, y que necesitan básicamente de la información contable para tomar
también decisiones y controlar la empresa desde múltiples puntos de vista. En
función de los usuarios de la contabilidad se distingue entre contabilidad
financiera y contabilidad directiva o de gestión:
Contabilidad
financiera (externa): proporciona la información esencial del
funcionamiento y estado financiero de la empresa a todos los agentes económicos
interesados (clientes, inversores, proveedores, administraciones públicas,
etc.). La legislación de la mayoría de los países regula las normas de la
contabilidad financiera para homogeneizar la información resultante y darle
mayor fiabilidad y comparabilidad. La contabilidad financiera suele tener poco
detalle porque contiene una información muy agregada.
Contabilidad de
gestión o contabilidad directiva (interna): que engloba a
la contabilidad de costos. Es la contabilidad elaborada con una finalidad
interna o de autoconsumo en la propia empresa y se utiliza para el cálculo de
los costos, estados económicos y productivos en el interior de la empresa que
servirán para tomar decisiones en cuanto a producción, organización,
mercadotecnia, etc. Se caracteriza por ser más flexible, dado que se basa en la
autorregulación, está sometida únicamente a las normas que se autoimponga la
propia empresa y no a normas legales, suele ser más detallada que la
contabilidad financiera y también es más inmediata que esta, porque ha de
servir para decisiones muy próximas.
El patrimonio de una
empresa es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones relativos a una
empresa que constituyen los medios económicos y financieros a través de los
cuales puede cumplir sus objetivos.
El patrimonio está formado
por multitud de elementos de carácter muy dispar. Se denomina elemento
patrimonial a cada uno de los bienes, derechos y obligaciones que conforman el
patrimonio de la empresa.
A efectos de su valoración,
el patrimonio está formado por una parte positiva (activo), constituida por los
bienes (elementos materiales) y derechos (elementos intangibles), derivados de
relaciones jurídicas de la empresa y una parte negativa (pasivo), formada por
las obligaciones. La suma algebraica del valor positivo de los bienes y
derechos y del valor negativo de las obligaciones daría como resultado el valor
del patrimonio neto.
La ecuación fundamental
del patrimonio expone que se cumple cuando la suma del valor de los activos
-bienes y derechos- es igual a la suma del valor de los pasivos y del
patrimonio neto.
Activo
El activo es el conjunto
de bienes (elementos materiales) y derechos (elementos intangibles) controlados
económicamente por la empresa, derivados de relaciones jurídicas de propiedad,
posesión, uso, crédito, etc. Se divide en circulante, fijo y diferido.
Activo circulante, o
corriente, es aquel activo líquido a la fecha de cierre del ejercicio, o
convertible en dinero dentro de los doce meses siguientes. Además, se
consideran corrientes a aquellos activos aplicados para la cancelación de un pasivo
corriente, o que evitan erogaciones durante el ejercicio. Con una mayor
precisión terminológica, podríamos decir que el "activo corriente" o
"activo circulante" se refiere a aquellos recursos del ente que
poseen una alta rotación o movilidad. Los componentes básicos del activo
circulante son las existencias, deudores, inversiones financieras a corto plazo
y la tesorería.
Activo fijo, o no
corriente, son aquellos bienes que no varían durante el ciclo de explotación de
la empresa (o el año fiscal). Por ejemplo, el edificio donde una fábrica
elabora sus productos es un activo fijo porque permanece en la empresa durante
todo el proceso de fabricación y venta de los productos. Un mismo bien puede
tener distinta naturaleza según la empresa de la que se trate, por ejemplo, un
ordenador para un banco es un elemento de su activo fijo porque permanece
durante varios ejercicios en la empresa a lo largo del proceso de fabricación;
por el contrario un ordenador, para una empresa dedicada a la venta de equipos
informáticos, es un producto encuadrado dentro de las mercancías y no dentro de
su activo fijo. Sin embargo los ordenadores que usa esta empresa para por
ejemplo llevar su sistema contable, si tienen la naturaleza de activos fijos.
Activo diferido: El saldo
de las cuentas del activo diferido está constituido por gastos pagados por
anticipado, sobre los cuales se tiene el derecho de recibir un servicio
aprovechable, tanto en el mismo ejercicio como en posteriores.
Pasivo y Patrimonio
neto.
El pasivo está formado por
las obligaciones hacia terceros, originadas por la asunción de
responsabilidades jurídicas de dar, hacer o consentir. Puede dividirse en
pasivo corriente y no corriente.
Los fondos propios,
también llamados capital o neto patrimonial, por ser la diferencia entre el
activo y el pasivo exigible, son por tanto el valor contable neto de la empresa,
ya que representa el valor de los bienes y derechos que la empresa no debe a
nadie, constituye la agrupación de elementos patrimoniales que representan las
aportaciones de los propietarios a la empresa y que constituye el conjunto de
las fuentes de financiación propias.
Se puede calcular esta
partida como la diferencia entre el activo y el pasivo. Se cumple así la
ecuación contable: Activo total = Pasivo total + Patrimonio neto; o lo que es
lo mismo, Activo total − Pasivo total = Patrimonio neto, siendo entonces Activo
total − Pasivo corriente − Pasivo no corriente = Patrimonio neto contable. También
puede ser calculada por la agrupación o suma directa de los elementos que la
componen básicamente capital más reservas más resultados del ejercicio.
Pasivo circulante, Pasivo
exigible y Pasivo contingente.
La contabilidad, como
ciencia, utiliza un método denominado contable, que se compone de cuatro pasos:
Captación de los hechos de
contenido económico susceptibles de ser contabilizados.
Cuantificación de los
hechos contables.
Representación mediante
registro de los hechos en cuentas contables (instrumentos conceptuales)
anotados en libros de contabilidad (instrumentos materiales).
Agregación de la
información registrada que se presenta de forma sintetizada en los estados
financieros (cuentas anuales).
Las cuentas
Las cuentas son los
instrumentos de representación y medida de cada elemento patrimonial. Cada una
consta de una denominación y un código numérico, que la identifican de manera
única. Estos elementos identificativos son la representación de la realidad de
los elementos del patrimonio, escritos en un papel o en un registro
electrónico. Por tanto, hay tantas cuentas como elementos patrimoniales tenga
la empresa. La regulación contable suele establecer libertad para que cada
entidad disponga las cuentas que va a utilizar en su proceso contable y el
grado de detalle de su información, aunque hay legislaciones (como por ejemplo
Francia, México, España o Perú) que establecen planes o manuales de cuentas
orientativos para que sean utilizados por las empresas y aunque la legislación
contable en materia de número y nombre de cuentas no suele ser obligatoria, si
es utilizado habitualmente de forma homogénea por las empresas de un mismo
país. El plan contable de una empresa es la codificación del conjunto de
cuentas que utiliza una empresa, incluye todas las cuentas y las agrupaciones
de las mismas. De acuerdo con esto, por ejemplo es habitual, que existan
cuentas para los inmuebles, el mobiliario y el conjunto de inmovilizado de una
empresa, las mercancías, las materias primas, las deudas de clientes y los
créditos con proveedores, las cuentas y préstamos bancarios, así como cuentas
para los distintos gastos e ingresos existentes como pueden ser gastos de
personal, financieros, de servicios recibidos. Cada empresa también dispone del
grado de desarrollo que quiere utilizar en su sistema contable Las cuentas
suelen agruparse en distintas partidas o grupos que reflejan los mismos
conceptos de bienes o gastos.
Gráficamente se dibujan
como una "T", donde a la parte izquierda se llama "débito"
o "debe" y a la parte derecha "crédito “o "haber", sin
que estos términos tengan ningún otro significado más que el indicar una mera
situación física dentro de la cuenta (el debe es la parte izquierda de la
cuenta y el haber es la parte derecha de la cuenta, y no representan otra cosa
como lo pueden indicar las diferentes acepciones de estas palabras). Hay dos
tipos de cuenta: de patrimonio y de gestión o de resultados. Las cuentas de
patrimonio aparecerán en el balance y pueden formar parte del activo o
del pasivo (y dentro de este, del pasivo exigible o del
capital, también llamado fondos propios o patrimonio neto). Las
cuentas de gestión o de resultados son las que reflejan ingresos o gastos y
aparecerán en la cuenta de Pérdidas y Ganancias.
Independientemente de si
las cuentas son de patrimonio o de resultados, también se dice que por su
naturaleza son deudoras o acreedoras. Las cuentas son deudoras cuando, siendo
de patrimonio, se refieren a un activo o, siendo de gestión, se refieren a un
gasto; y son acreedoras cuando, siendo de patrimonio, se refieren a un pasivo o
a una cuenta de capital, o cuando, siendo de gestión, se refieren a un ingreso.
Convenio de cargo y abono
y sistema de partida doble
Teoría del cargo y del
abono
Cargar o debitar una
cuenta es hacer una anotación en el debe. Abonar o acreditar una cuenta es
hacer una anotación en el haber. En las cuentas de activo, cuando este aumenta,
se cargan, y cuando disminuye, se abonan. En las cuentas de pasivo y de
capital, cuando este aumenta, se abonan, y cuando disminuye, se cargan.
Se refiere al efecto que
tienen las transacciones comerciales sin alterar la ecuación patrimonial. Cada
transacción afecta el balance, cambia los valores en el patrimonio, pero sin
alterar la igualdad de la ecuación. En cada una de esas transacciones, actúan
por lo menos dos cuentas. Existen siete tipos de transacciones que siguen la
teoría del cargo y del abono.
Partida doble
El sistema de partida
doble consiste en que, en cada hecho contable, se ha de producir al menos un
cargo en una cuenta y un abono en otra, y la suma de los cargos debe ser igual
a la suma de los abonos efectuados; en otras palabras, todos los recursos que
existen en una empresa son el resultado de la aplicación de recursos que
tuvieron una fuente definida.
La "partida
doble" como técnica contable obedece a los siguientes criterios:
Correspondencia: quien
recibe es deudor, quien entrega es acreedor;
Reciprocidad: no hay
deudor sin acreedor y viceversa;
Equivalencia: todo valor
que ingresa debe ser igual al valor que sale;
Consistencia: todo valor
que ingresa por una cuenta debe salir por la misma cuenta;
Contabilidad: las
pérdidas se debitan, las ganancias se acreditan.
Saldos:
Se llama saldo de
una cuenta a la diferencia entre los débitos (anotaciones realizadas en el debe
de una cuenta) y créditos (anotaciones realizadas en el haber de una cuenta).
Cuando los débitos sean mayores que los créditos será saldo deudor, sin embargo
cuando los créditos sean mayores que los débitos será saldo acreedor. Cuando
los débitos sean iguales a los créditos, se entenderá que la cuenta está
saldada, balanceada o sin saldo.
Elaboración del balance y
de la cuenta de resultados.
Cuando se han realizado
todas las anotaciones contables en el libro diario se calcula el saldo de cada
una de las cuentas y se elabora un estado transitorio denominado balance de
comprobación o de saldos, que es un listado de todas las cuentas abiertas con
su saldo. La suma de los saldos acreedores debe ser igual a la suma de los
saldos deudores, debido al sistema mencionado de partida doble.
Partiendo del balance de
sumas y saldos se realiza el denominado asiento de regularización en el que se
regularizan todas las cuentas de ingresos y gastos y aparece la cuenta de
pérdidas y ganancias. El balance de situación se obtiene así después de
regularizar el balance de comprobación.
Las normas contables.
El funcionamiento de la
contabilidad es regulado por las normas contables, que debido a diferencias de
carácter fiscal, cultural, económicas y políticas, presentan diferencias entre
los países, lo que dificulta la comparabilidad de la información publicada por
las empresas en distintos países. Estas normas pueden ser aprobadas de forma
legal o pueden estar reguladas por entidades privadas de carácter profesional.
Su contenido incluye los principios, reglas y prácticas necesarias para
preparar los estados financieros.
Estados financieros –
Cuentas anuales.
Artículo principal: Estados
financieros
Los denominados estados
financieros o cuentas anuales son los informes que muestran de forma sintetizada,
los datos fundamentales del proceso contable de un ejercicio, su formulación se
realiza una vez al año, después de la terminación del ejercicio económico. Los
documentos que los componen deben ser claros y expresar la imagen fiel del
patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa a la
que se refieran.
Aunque cada país regula el
contenido obligatorio de los estados financieros, suele estar formados por los
siguientes elementos:
El balance (también
denominado estado de situación financiera o estado de situación patrimonial).
El balance plasma el patrimonio de la empresa en una determinada fecha.
El estado de
resultados (también denominado cuenta de pérdidas y ganancias) expresa de
forma ordenada y detallada los beneficios o pérdidas de la empresa durante un
ejercicio económico.
El estado de cambios
en el patrimonio neto (estado de evolución del patrimonio neto),
suministra información sobre la cuantía del patrimonio neto.
El estado de flujo de
efectivo.
La memoria (también
denominada información complementaria o notas). La memoria amplía y detalla la
información contenida en los documentos anteriores.
Los estados financieros
suministran informes que pueden utilizar las instituciones para reportar la
situación económica y financiera y los cambios que experimenta la misma a una
fecha o periodo determinado. Esta información resulta útil para los
administradores, gestores, reguladores y otros tipos de interesados como los
accionistas, acreedores o propietarios.
Según el marco conceptual
para la preparación y presentación de los estados financieros, existen cuatro
criterios de medición:
Coste histórico
Los activos se registran
por el monto de efectivo o equivalentes de efectivo pagados, o por el valor
justo del activo entregado a cambio en el momento de la adquisición. Los
pasivos se registran por el valor del producto recibido a cambio de incurrir en
la obligación o, en algunas circunstancias (por ejemplo, impuesto a la renta
por pagar) por los montos de efectivo o equivalentes de efectivo que se espera
pagar para extinguir la correspondiente obligación.
Coste Corriente
Los activos se llevan
contablemente por el monto de efectivo, o equivalentes de efectivo, que debería
pagarse si se adquiriese en la actualidad el mismo activo u otro de similares
características. Los pasivos se registran al monto de efectivo o equivalente de
efectivo que se requiere para liquidar la obligación al momento presente.
Valor Razonable
Los activos se registran
contablemente por el monto de efectivo o equivalentes de efectivo que podrían
ser obtenidos, en el momento presente, en la venta no forzada de los mismos.
Los pasivos se registran a sus valores de liquidación, esto es, los montos sin
descontar de efectivo o equivalentes de efectivo, que se espera pagar por las
obligaciones en el curso normal de las operaciones.
Valor Actual
Los activos se registran
contablemente al valor actual, descontando las futuras entradas netas de
efectivo que se espera genere la partida en el curso normal de las operaciones.
Los pasivos se registran por el valor actual, descontando las salidas netas de
efectivo que se necesitarán para pagar las obligaciones, en el curso normal de
las operaciones.
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